Las pistas de pádel son tan variadas como los tipos de jugadores que lo practican. En términos generales existen dos grandes grupos: las pistas indoor y las outdoor, siendo la principal diferencia que las primeras cuentan con una cubierta de pádel. Sin embargo, la realidad es que lo que marca las diferencias entre canchas son los tipos de suelo que presenten, entre los cuales los más extendidos son los de materiales sintéticos y cemento, aunque también encontramos otros como los de césped artificial, de hormigón poroso o incluso de parqué, estando todos ellos aceptados en la reglamentación oficial.
La elección dependerá del club o de la competición en cuestión, pero todos están admitidos, lo que sí que será absolutamente fundamental es que la calidad de los materiales sea adecuada y que el estado de la pista de pádel sea perfecto, es decir, que sea plano, horizontal y totalmente uniforme, además de presentar un drenaje adecuado para soportar de manera correcta posible temporales de lluvia.
Las principales diferencias entre el material de pádel que componga las pistas será el comportamiento que presente la bola y también su mantenimiento, ya que cada uno de ellos requiere de un tipo de cuidados específicos. A continuación analizamos las características de las diferentes pistas de pádel según su tipología:
Las pistas de pádel de resina sintética
Este tipo de suelos se caracterizan por ser las que mejor amortiguación presentan, por lo que son especialmente confortables a la hora de desplazarse por ellas. La bola presenta una gran fricción aquí, independientemente de su velocidad, por lo que son las que más rapidez le aplican, siendo esta la razón por la que se denominan ‘pistas rápidas’.
Estos suelos son los más fáciles de ver en torneos de alto nivel.
Pistas de césped artificial
En el extremo contrario a las pistas de resina sintética nos encontramos con las de césped artificial, que son mucho más lentas, favoreciendo a una mayor abrasión y siendo muy adecuadas para jugar seguros y evitar posibles lesiones, algo en lo que también ayuda que muchas veces se emplea arena de sílice para mejorar nuestro agarre y evitar resbalones.
Existen varios tipos de césped artificial, entre los que los más utilizados son los de polipropileno y de polietileno, al ser menos ásperos que otras opciones.
Destacar que este es también el material de pádel más resistente y duradero, al estar instalado de manera superficial por encima de una capa de pavimento rígido.

Pistas de pádel de cemento
Este tipo de pistas eran más habituales hace unos años, siendo las más comunes cuando el pádel comenzó a extenderse como deporte de masas. Actualmente han perdido cabida, pero siguen dejándose ver.
El cemento provoca que la reacción de la pelota sea mucho más rápida, haciendo que el juego suba de revoluciones de manera notable, algo que para el espectador no es positivo y también requiere de un desgaste físico superior por parte de los jugadores.
Pistas construidas en hormigón
El tipo de hormigón que se suele ver en los suelos de las pistas es un material de tipo poroso, teniendo por tanto una capacidad de drenaje prácticamente perfecta al permitir que el agua circule sin problemas. En este sentido hablamos de un tipo de pista muy fácil de mantener en buen estado.
Al igual que las de cemento estas son pistas duras, por lo que el comportamiento de la pelota es también agresivo, aunque a un menor nivel.
Con todo esto en mente ya solo te queda probarlas todas y descubrir aquella en la que te sientes más cómodo…aunque lo divertido es ir variando para ponernos a prueba y ser capaces de desplegar nuestro mejor juego en todas las situaciones que nos encontremos.
En el Blog de pádel de Padelmania continuaremos enseñados semana a semana los entresijos de este maravilloso deporte.